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En el sur brasileño los alquileres para el verano siguen “stand by”

El último fue por lejos el mejor verano para quienes viven del turismo en las playas de Santa Catarina y Río Grande Do Sul, como consecuencia de la “invasión” de argentinos que, favorecidos por la situación cambiaria, agotaron las reservas varios meses antes en los principales destinos. Todo hacía presuponer que eso se repetiría o incluso se potenciaría para el 2026, pero los vaivenes económicos y políticos, con elecciones en pocos días en Argentina, le pusieron un freno -al menos por el momento- a las intenciones que todavía muchos tienen de disfrutar de las aguas cálidas del sur brasileño en el verano venidero.

Habíamos terminado el verano pasado, que se extendió hasta Semana Santa, y ya empezamos con las reservas para el 2026. Parecía que sería un segundo año espectacular, pero todo está muy frío ahora y ya empezamos a mirar con desconfianza sobre lo que pueda pasar”, advirtió Rodrigo López, un misionero radicado hace años en Florianópolis y que trabaja en una de las principales inmobiliarias de la “Ilha da Magia”.

Rodrigo señaló que “disponemos de alquileres en las principales playas como Ingleses, Canasvieiras, Santinho, Jureré, Barra da Lagoa, Cachoeira de Bom Jesus, entre otras. Y la verdad es que hubo una gran cantidad de consultas allá por junio y julio sobre precios y disponibilidad, pero fueron muy pocos los que reservaron. Nosotros volvimos a contactarnos con la gente y lo que notamos es que están pendientes de lo que pase con el dólar después de las elecciones”.

En el mismo sentido dijo que “eso se entiende claramente porque no debemos olvidar que acá (en Brasil) también hubo una pequeña inflación y los precios de los alquileres aumentaron en un 10% en relación al año pasado. No fue nuestro caso, pero hubo otras inmobiliarias que debido a la demanda del año pasado subieron un poco más inclusive, pero la realidad es que no llegamos ni a la mitad de reservas que se preveía a esta altura”.

Menos reservas

El año pasado en agosto ya teníamos cerca del 80% de reservas, con señas entregadas, y eso nos permitió trabajar más tranquilos a nosotros también, es decir, organizar el ingreso y salida de los clientes para que no nos queden fechas sandwich, sin ocupar, que en definitiva son pérdidas para el propietario”, reconoció.

En cuanto a precios, Rodrigo detalló que “a esta altura ya se está evaluando realizar algún tipo de promoción o descuento, lo que podría llevar a los mismos precios del verano pasado. Hoy un departamento de dos dormitorios cerca de la playa, en la primera quincena de enero, cuesta desde 550 a 700 reales; uno de tres dormitorios ya se ubica entre los 800 y los 1.100 reales por día. Después bajan los precios a medida que uno se aleja de la playa”.

También consideró que “por lo que leemos y lo que nos dicen nuestros clientes, entendemos que después del 26 podría darse que todo el mundo empiece a mandarnos mensajes para pedir departamentos en alquiler o que tengamos que ajustar nuestra estrategia porque de lo contrario puede ser un verano bastante duro”.

Rodrigo no dejó pasar otro dato fundamental y es que “como ventaja, se fortaleció el uso de las aplicaciones para transferir dinero y poder pagar con reales, pero no debemos olvidar que en diciembre y la primera quincena del verano pasado cada real se conseguía en alrededor de 190 pesos y hoy está en 280 pesosEntonces, al 10% de aumento de los precios del año pasado, el costo se eleva para el argentino un 40% o más, dependiendo de la aplicación utilizada” en el cambio de divisas.

Más chilenos y brasileños

Por otro lado, Rodrigo, el operador inmobiliario de Florianópolis, comentó que “es muy versátil el panorama turístico y así como los argentinos están dudando en venir por el tema del dólar, los chilenos, por el contrario, están viniendo en mayor número que en años anteriores. Ocurre que la cercanía de Argentina provoca que el número sea mayor de chilenos que llegan casi en su totalidad vía aérea”.

Agregó que “también el turista brasileño está muy atento a lo que pasa con los argentinos, porque si no vienen masivamente, les abre las puertas a vacacionar unos días más de enero”, teniendo en cuenta que “la costumbre del brasileño es pasar las fiestas de Natal (Nochebuena) y Virada do ano (Año Nuevo) en las playas y después se van porque las invaden los argentinos”.

“Siempre somos positivos y entendemos que argentinos de vacaciones en las playas del sur brasileño siempre habrá en cada verano, pero en la cantidad que hubo el último año, a esta altura ya empezamos a ver que será un tanto difícil de superar”, admitió.