La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA lanzó oficialmente su propia editorial con la presentación de su primer libro

Presentación del libro Mary Claire King

En un emotivo acto realizado en el edificio Cero + Infinito de Ciudad Universitaria, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la UBA oficializó el lanzamiento de su editorial Ediciones Exactas con la presentación del primer título de su catálogo: “Genética humana. La búsqueda de los nietos desaparecidos en Argentina”. La flamante obra se basa en la conferencia que brindó, en 2023, la multipremiada genetista estadounidense Mary-Claire King al recibir el doctorado honoris causa de esa universidad.

“Para nosotros es un doble festejo. Por un lado, porque después de mucho pensar finalmente estamos lanzando la editorial de nuestra facultad y, por otro, porque lo hacemos con un libro que pone la vara muy alta”, señaló Juan Pablo Vittori, el editor de la flamante iniciativa. Luego de repasar la larga tradición en comunicación pública de la ciencia de la FCEyN, Vittori explicó que “la editorial es una consecuencia natural de todo lo que se hizo antes”. Entre otras actividades, mencionó la revista “EXACTAmente”, que se publicó de manera sostenida durante 25 años, hasta la irrupción de la pandemia de COVID-19.

El evento contó con la participación de Guillermo Durán y Valeria Levi, decano y vicedecana de la FCEyN; de Armando Doria, el secretario de Comunicación; y del investigador Alberto Kornblihtt, quien escribió la introducción y tuvo un rol activo para la concreción de la obra.

“Quiero resaltar el trabajo de Juan Pablo Vittori, que fue extremadamente riguroso y meticuloso.  Porque se trataba de llevar al papel la transcripción de una conferencia que sucedió en esta facultad por parte de una persona que no habla castellano de manera fluida y, como la quiso dar en nuestro idioma, había muchos aspectos del lenguaje y cuestiones técnicas que tuvieron que ser pulidos”, señaló Kornblihtt, después de celebrar la existencia de la editorial y que el debut sea con el libro de Mary-Claire King. Y añadió: “No fue simplemente desgrabar y escribir. Consistió en un constante ida y vuelta conmigo y con la propia King. Se trató de algo muy profesional”.

Por su parte, y como responsable de la secretaría de Comunicación de la FCEyN, Doria dio cuenta de las razones que los llevaron a tomar la decisión de contar con una editorial propia. La principal, según dijo, “fue la proximidad espacial que tenemos con tanta gente a la que le gusta escribir sobre lo que hace. Nuestra comunidad tiene una pasión increíble por la comunicación pública de la ciencia”, celebró.

(de izq a der) Alberto Kornblihtt, Juan Pablo Vittori, Buscarita Roa, Belén Altamiranda Taranto, Guillermo Durán, Valeria Levi y Armando Doria. (Fotos: Luiza Cavalcante. Exatas-UBA).

Además de la conferencia de King y de la introducción de Kornblihtt, el flamante libro contiene un texto de Estela de Carlotto, en el que la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo explica la entrañable relación que las une a Mary-Claire King desde que la conocieron a comienzos de los ‘80, cuando buscaban un método certero para identificar a sus nietos que habían secuestrados junto a sus padres o que habían nacido en cautiverio durante la última dictadura militar.

King y un grupo de investigadores comprometidos lograron, entonces, la formulación del “índice de abuelidad”, la primera herramienta científica que les permitió, a través de un simple análisis de sangre, probar en la Justicia el vínculo biológico entre un niño y sus abuelos en ausencia de sus padres. Pero el método tenía ciertas limitaciones y King sabía que en esos casos un error sería inaceptable. En 1987, se dio cuenta que, de la mano del análisis del ADN mitocondrial, información genética que todos los seres humanos heredan únicamente de sus madres, las probabilidades se podían convertir en certezas. “Fue como si Dios hubiera creado el ADN mitocondrial para las Abuelas”, suele decir la investigadora. La especialista también ayudó a sentar las bases para la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos.

“En un momento en el que la ciencia está en debate a nivel mundial, nuestra facultad tiene que ser el lugar en el que se dé esa discusión. Tenemos muchas personas muy bien preparadas para dar la batalla”, puntualizó Levi, la vicedecana. Y añadió: “Este libro que combina ciencia y derechos humanos refleja, de algún modo,  lo que somos como institución”.

Desde un video grabado en su oficina de la Universidad de Washington, King no quiso faltar a la cita y mandó un breve, pero contundente mensaje: “Es un honor estar con ustedes esta tarde por la celebración del primer libro de Ediciones Exactas y para contarles lo honrada que me siento de haber sido elegida para el debut”, comenzó. Y adelantó con orgullo que, cuando a fines de octubre viaje a España para recibir el Premio Princesa de Asturias, les va a entregar un ejemplar a los reyes.

Al final del encuentro, Buscarita Roa, vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y Belén Altamiranda Taranto, nieta recuperada que acompañó a la mujer de 87 años (ella y Estela de Carlotto son las únicas dos Abuelas que siguen con vida), emocionaron al auditorio con sus palabras. “Como institución estamos muy agradecidos y orgullosos de que el primer libro sea sobre la búsqueda de las Abuelas. La realidad es que sin la ciencia nosotros no hubiéramos podido estar acá”, comenzó Belén. “El índice de abuelidad nos devolvió la identidad”, agregó. A su lado, Roa sumó: “Si no hubiera sido por la genética seguramente todo hubiera sido mucho más difícil”.

El libro, que está disponible en papel y se puede descargar de manera gratuita desde la página web de Ediciones Exactas, cuenta también con el poema “Testamento”, del chileno Ariel Dorfman, con el que King cerró la conferencia que brindó dos años atrás.

“En un momento de todo este proceso, Alberto Kornblihtt me preguntó si este libro no me había cambiado la vida”, contó Vittori. “Cuando uno está en el medio de algo es difícil dimensionar lo que significa, porque está resolviendo muchas cosas a la vez y cuesta tomar distancia. No sé si me cambió la vida, pero sí la perspectiva acerca de muchas cosas; sobre todo, del lugar en el que estamos, en contacto con la gente que nos rodea todos los días. Podemos hacer esto porque trabajamos en una universidad pública con una tradición enorme”, finalizó.

Fuente: Agencia CyTA-Leloir.