Ricardo Ranger, productor citrícola de Mado, vive una situación de creciente inseguridad. Tras más de 80 denuncias por robos en su propiedad, ahora sufrió el incendio intencional de varias hectáreas de su limonar. Asegura que el gobierno y la justicia no toman medidas efectivas ante los delitos rurales, que se siguen repitiendo en la región. “Mado es tierra de nadie”, expresó.

“El sábado en el lugar donde estábamos apagando el incendio encontramos frutas nuevas que se ve que se les cayeron. Nos prendieron fuego el limonar cuando estaban saliendo. El incendio fue intencional por la forma en que se generó”, explicó el productor en diálogo con Misiones Cuatro, quien lamentó la pérdida de unas 3 hectáreas de su cultivo, con un valor estimado en 300 mil dólares. Estas tierras, de 17 años de antigüedad, se encontraban en plena producción y su destrucción representa un golpe económico devastador.
Además de los robos recurrentes, Ranger denunció que, a pesar de sus constantes gestiones, las autoridades no parecen ofrecer una solución efectiva. “En 14 meses tenemos hechas 83 denuncias. Llevo más tiempo en la policía, el juzgado, declarando y los robos siguen”, expresó, añadiendo que la policía rural está cerca de su propiedad, pero los delitos continúan.
Para el productor, la falta de acción por parte de las autoridades es evidente. “Siempre dicen que no hay medios, no hay plata, pero el problema pasa por otro lado: no se hacen bien las cosas. No se investiga, no se trabaja, tenés que andar atrás para que se muevan”, señaló, advirtiendo que los delincuentes operan con total impunidad. “Los ladrones saben que roban y mañana entran por una puerta y salen por la otra. Más vale que van a seguir robando si la justicia les apoya”, cuestionó.
El problema de los robos rurales no es exclusivo de la propiedad de Ranger, quien también mencionó que, en la zona, los ladrones se dedican a robar desde frutas hasta madera nativa. “Sé que en la zona también se roban choclos, sandías, madera nativa”, concluyó el productor, quien espera que las autoridades tomen medidas concretas para frenar la ola de delitos que azota a la región.
Ranger, uno de los pocos productores citrícolas en Misiones que mantiene una producción constante durante todo el año, afirmó que la situación de inseguridad afecta gravemente su actividad económica y la de otros productores locales. En un clima de creciente frustración, pidió que la justicia y el gobierno trabajen para garantizar la seguridad en las zonas rurales y frenar la impunidad de los delincuentes.
Fuente: Misiones Cuatro